Poirot y Hastings conocen durante sus vacaciones a la señorita Buckley, una hermosa joven cuya vida dista de ser corriente. Primero, un accidente en el que los frenos de su coche fallaron en una peligrosa curva y del que se salvó por muy poco. Poirot decide investigar, prestando atención a cada detalle de forma ingeniosa, podrá dilucidar el misterio